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ryokan

Hospedarse en un ryokan es un viaje en sí mismo, una excelente manera de acercarse a la cultura japonesa, porque te permitirá conocer sus tradiciones y costumbres, arquitectura y gastronomía.

En un ryokan tendrás un cuarto con tatami, vestirás yukata, tomarás un baño termal onsen y dormirás en un futon.

En los 55.000 ryokan que hay en Japón, la tarifa incluye una noche de alojamiento y dos comidas, la cena del día en que llegas y el desayuno. Ambas son comidas completas que suelen servirse en la propia habitación.

Uno de los principales atractivos de los ryokan son los daiyokujo, grandes baños colectivos, que sirven tanto para la higiene como para la relajación.

Las tres de la tarde es la mejor hora para llegar a la mayoría de los ryokan. Te recibirá el personal encabezado por la okami, la mujer responsable del establecimiento.

Después de unas profundas reverencias, te invitarán a sentarte para que puedas disfrutar del hotel y sus vistas. Luego, la camarera o nakai-san te mostrará el hotel antes de llevarte a tu habitación.

En ella encontrarás una mesa baja, sillas sin patas y ventanas con estupendas vistas. Pasados unos minutos la nakai-san, volverá con té y dulces, acordará contigo la hora de las comidas y te dará la información que necesites.

Entonces podrás disfrutar del jardín y del baño.

A tu regreso encontrará tu yukata, una especie de bata o kimono.

Y más tarde la nakai-san servirá una espléndida cena japonesa, explicándote cada plato.

Foto: panduh/Creative Commons.

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